Super Mario ha sido siempre uno de los videojuegos por excelencia en mi casa. El valiente fontanero, su asustadizo hermano y la maravillosa princesa han formado parte de mi vida desde que nací.
Llevaba desde la salida de New Super Mario Bros U con muchas ganas de que Nintendo anunciase una nueva entrega, allá por 2012 nada menos. Sinceramente, no esperaba un juego de la familia Super Mario hasta la salida de la nueva generación de consolas de la franquicia. Pero me sorprendieron con el anuncio de Super Mario Bros Wonder.
Se trata de un videojuego único. Tiene la esencia, algunas mecánicas y muchos aspectos de todos los juegos de Super Mario, como viene siendo costumbre, pero la dinámica de esta nueva entrega cambia por completo gracias a la incorporación de la Flor Maravilla.

Esta flor aparece en todos y cada uno de los niveles del juego, y te aseguro que no te dejará indiferente. Si logras encontrarla (ya que en algunas fases está bastante escondida), el nivel se transformará y cambiará; todo se volverá patas arriba, con explosiones de colores, luces y música.
Nunca sabes lo que podría ocurrir. ¿Cómo cambiará el nivel? ¿Qué pasará una vez encuentres la Flor Maravilla?
¿Cambiarán las dimensiones? ¿Los enemigos se pondrán a bailar? ¿La gravedad será igual a cero? No lo sabrás a no ser que encuentres la flor. Y querrás encontrarla en cada nivel, te lo garantizo.
El efecto sorpresa es una de las cosas que hacen a este juego tan adictivo, pero también lo hacen la duración de los niveles, que son bastante cortos, y la cantidad de estímulos que tiene. Se aprecia cómo en esta entrega han tenido en cuenta que, con la tecnología, las nuevas generaciones (e incluso las anteriores) precisan de muchos más estímulos y dinamismo para engancharse a cualquier cosa: vídeos cortos, entregas rápidas, luces, varias cosas ocurriendo en la pantalla al mismo tiempo y un largo etcétera.
Paper Mario: la Puerta Milenaria es (y creo que siempre será) mi favorito de todos los juegos existentes de Mario, pero, de la saga Super Mario, Wonder se ha ganado el primer puesto en mi corazón. Y mira que pensaba que nadie le quitaría jamás la medalla de oro a Super Mario World, que me parece una genialidad de videojuego de Super Nintendo.

Me lo he pasado tan bien y me he reído tanto con Mario Wonder que se ha convertido en un juego especial, de estos que te apetece volver a jugar al cabo de unos años. El hecho de no saber cómo cambiará el escenario con la Flor Maravilla me ha enamorado. ¡Pero no es lo único que me encandiló de este juego!

El diseño del mapa es de mis favoritos de la saga. En lugar de seguir la línea de los Super Mario anteriores, ahora han evolucionado hacia una línea que toma inspiración del Super Mario 3D World. Los niveles aparecen girando en 3D y tienes algo más de libertad de movimiento por el mundo; tú decides en qué fase entrar de las que estén disponibles o a qué zona ir. Este aspecto era más lineal anteriormente. Ahora te dejan un poquito más de independencia, aunque sigue teniendo esa linealidad, ya que, para avanzar a muchas otras fases, necesitas completar las anteriores.

Además, cada zona tiene recovecos que explorar, donde encontraremos fases especiales, tiendas o personajes carismáticos. Algunos están bastante escondidos y necesitarás hablar con algunos NPC para que te den pistas.
Personalmente, me costó un poco encontrar ciertos niveles secretos. No es fácil descubrir las metas ocultas de algunas fases. Os recomiendo mucho buscarlas; te llevan a un mundo con cierta dificultad y bastante especial.
Y, hablando de dificultad, Super Mario Wonder no es un juego especialmente difícil. Está dirigido a todo tipo de público sin importar la edad. De hecho, es un juego perfecto para jugar en familia, con amigos, en pareja o en solitario. Aun así, tiene un sistema de dificultad indicado con estrellas. Hay niveles de una, de dos, de tres, de cuatro y de hasta cinco estrellas. Y creedme, los niveles de cinco estrellas no os dejarán indiferentes. Había algunos en los que perdía incontables vidas mientras intentaba completarlos. Fue una grata sorpresa.

Los objetos que utilizan los personajes para transformarse y ganar ciertos poderes también son geniales. Encontramos los ya existentes en la saga, como la flor de fuego o el champiñón. Pero Super Mario Wonder incluye el fruto de elefante o la flor de burbujas, que son divertidísimos. No sabría elegir un favorito; los amo a todos por igual.
También han incluido unas insignias que nos dan atributos como la posibilidad de saltar más alto, el salto doble, más aceleración y muchas más. Además, la forma de conseguir algunas es muy original.

Pero no todo iban a ser flores maravillosas. Este juego también tiene un aspecto que no me ha gustado: el cooperativo.
Por lo general, los juegos de Super Mario prefiero jugarlos con alguien más porque los disfruto mucho en compañía. Pero el cooperativo local me ha desesperado bastante. No he probado el online, que quizás esté mucho mejor, pero ¿el local? De verdad, qué ansiedad.
Hay un jugador que lleva una corona sobre su personaje y esto hace que la cámara le siga exclusivamente a él. Eso quiere decir que al personaje que no tenga la corona le tocará ir pegadito al que la tiene, si no, lo más probable es que la palme porque la propia fase lo aplaste, se quede rezagado o se adelante. Esto no es fácil de solucionar en local, pero quizás, si el zoom de la cámara se alejase un poco cuando uno de los personajes se adelanta o se queda atrás, la jugabilidad sería mucho mejor y más fluida.

Pero bueno, ha sido el único punto negativo que le he visto al juego. He visto críticas a la duración (que es corta), pero para mí es perfecta. Si te dedicas a conseguir el cien por cien del juego, te va a llevar tus buenas horas.

Mis cosas favoritas del juego han sido: los niveles musicales, las insignias que te dan atributos, el mundo del desierto y la princesa Peach. Quiero ser Peach; es la mejor.
Como conclusión, Super Mario Wonder es ese tipo de juego que recomendaría a todo el mundo. Es el regalo perfecto para cualquiera, incluso si no le gustan mucho los videojuegos. Es un título tan adictivo y con tantos estímulos que veo muy difícil que no enganche a cualquier persona.
Para mí, es el juego de Super Mario definitivo.
Por favor, Nintendo, mete la Flor Maravilla en el siguiente Mario Kart. Porfa, porfa, porfa…
