Inazuma Eleven es una maldita pasada.
Y mira que los juegos de deportes nunca han sido lo mío. Jamás he disfrutado el FIFA (perdón, EA Sports FC), ni NBA 2K, ni siquiera los más enfocados al anime como el Captain Tsubasa Rise of New Champions o en los que Mario toma protagonismo, como Mario Strickers o Mario Tennis Aces. Pero es que Inazuma Eleven es especial, es diferente.
Es un juego con una esencia casi mágica.

Puede que lo que voy a decir a continuación suene exagerado, pero Inazuma Eleven me ha levantado el ánimo una barbaridad estas semanas. Gracias a él, he recuperado las ganas de hacer directos de forma constante y me ha ayudado a sobrellevar un poco mejor el día a día, que no era especialmente bueno.
A veces pienso: «ojalá haber descubierto estos juegos de pequeña», pero me alegro de que no sea así. Ahora puedo disfrutar de esta increíble saga por primera vez y, al ser adulta, entiendo a la perfección la magnitud de los problemas que surgen en la trama, que no son moco de pavo. De pequeña me habría costado un poco empatizar con los adultos del juego o comprender la nostalgia que a veces los envuelve.
Si os soy sincera, jamás habría probado este juego de no ser por mi amigo Aratz, que me convenció de jugarlo en directo hace poco menos de un año. Te estaré eternamente agradecida por hacerme prometer que lo jugaría.
Y bien, ¿qué es Inazuma Eleven?
Se trata de una saga de videojuegos RPG desarrollada por Level-5 y cuya finalidad es jugar al fútbol. ¿Te suena aburrido? Yo pensaba lo mismo, pero estos juegos son mucho más que fútbol.

La trama está envuelta en misterio y es bastante más adulta de lo que parece a simple vista, ya que encontramos hasta intentos de asesinato. Además, los personajes no golpean el balón y ya está, sino que poseen técnicas increíblemente originales que harán que los partidos se te pasen volando; ni me enteraba cuando el árbitro pitaba el fin del partido.
Puesto que es un RPG, los jugadores ganan experiencia con la que suben de nivel, aprenden nuevas técnicas y mejoran sus capacidades (que no son pocas: Tiro, Físico, Control, Defensa, Rapidez, Aguante y Valor). Puedes enseñarles técnicas como si fuesen las MT de Pokémon y tienes a tu disposición una gran variedad de personajes a los que fichar para tu equipo. Y ojo, no es tarea fácil con algunos.
Estos personajes se encuentran dispersos por la ciudad, aparecen en capítulos distintos, en sitios diferentes y algunos precisan ciertos objetos o que lleves contigo a jugadores específicos para poder ficharlos. Me encanta que no sea tarea sencilla; si quieres coleccionarlos, te llevará tus buenas horas.

¿Y de qué trata este juego? ¿Se reduce todo a jugar al fútbol?
Sí… y no.
En Inazuma Eleven nos presentan a Mark Evans, capitán del equipo de fútbol del instituto Raimon. El equipo no parece estar muy motivado al principio y se pasan las tardes con la Nintendo DS en la caseta del club. Un día, el profesor encargado de echarles un ojo, los informa de que quieren chapar el club. La noticia conmociona a los chicos, especialmente a Mark.
En medio de todo el caos, aparece Axel Blaze, un muchacho que es todo un as en el manejo del balón, y cuya presencia llena de esperanza a Mark. Sin embargo, por más que el capitán le ruega que se una al equipo, Axel no parece dispuesto a aceptar su proposición; algo oscuro impide a Blaze abrazar el fútbol como hacía antaño.
Mark y su equipo reciben entonces la noticia de que, si ganan a la Royal (el mejor equipo de la región) en un partido amistoso, el club verá una nueva oportunidad de seguir adelante. Pero la Royal es mucho más que un equipo de fútbol; es siniestra y esconde secretos demasiado peligrosos que nadie se ha atrevido jamás a desenterrar.

No sé a vosotros, pero a mí me apasiona la sinopsis. Lo curioso es que, cuando lo jugué, ni siquiera miré de qué trataba. Me lancé a la piscina sin más porque todos adulaban demasiado a esta saga y sabía que la iba a probar sí o sí. Me alegra tanto haberlo hecho…
Una de las cosas que creo que te pueden gustar más de estos juegos son sus personajes. Sin ellos, nada sería lo mismo. Cada uno tiene una personalidad muy marcada y los diseños son súper originales. Empatizas con todos sin darte cuenta y dan la sensación de estar vivos; no parecen formar parte de un videojuego. Todos están muy bien construidos, aunque algunos tengan más protagonismo que otros. Se nota que los han cuidado al detalle. Level-5 lo hacía muy bien en este sentido. Hablo en pasado porque hace mucho que no tenemos un juego así de la desarrolladora, por desgracia.

Los partidos de fútbol son adictivos, incluso si no te gusta el deporte. No son partidos normales; cada equipo al que te enfrentas tiene una personalidad muy concreta y una historia. Un pequeño ejemplo de ello sería el primer partido importante del juego: contra el Occult.
Es un equipo de otro instituto compuesto por jugadores que parecen sacados de una historia de terror. Sus técnicas están relacionadas con la mente y lo fantasmagórico, y además le añaden bastante dificultad para ser el primer partido. Lo bien que me lo pasé al jugar contra ellos no me lo quita nadie.
Pues así son todos los equipos: originales a más no poder. No te dejarán indiferente.
Buscarás la mejor forma de utilizar las técnicas, y estoy segura de que te encantará buscar a nuevos jugadores para reclutarlos. Cada uno tiene algo distintivo y estadísticas diferentes.
Además, existe un sistema de afinidades elementales como en Pokémon, aunque el de Inazuma Eleven es muchísimo más simple. Nos encontraremos a jugadores de AIRE, otros de MONTAÑA, otros de FUEGO y otros de BOSQUE.
- El AIRE es débil contra el BOSQUE, pero vence a la MONTAÑA.
- La MONTAÑA es débil contra el AIRE, pero vence al FUEGO.
- El FUEGO es débil contra la MONTAÑA, pero vence al BOSQUE.
- El BOSQUE es débil contra el FUEGO, pero vence al AIRE.


Cuando te encuentras a un jugador durante el partido, puedes decidir qué técnica hacer en función de las afinidades. No es algo obligatorio, pero si te topas con un personaje de una afinidad elemental que te vence, lo más probable es que no consigas ejecutar tu técnica correctamente (aunque a veces sí que se logra).
Hay que tener en cuenta bastantes cosas durante los partidos y eso es lo que los hace adictivos.
Pero es que los partidos no son lo único que engancha.
La historia es buenísima y mucho más adulta de lo que parece. Cuando comencé a jugar, pensaba que la trama sería infantil, pero nada más lejos de la realidad. Tiene que ver con fútbol, sí, pero hay muchísimo misterio, intentos de homicidio y pasados turbios. No quiero indagar mucho en este aspecto porque lo ideal es que lo descubráis por vosotros mismos.

En conclusión, Inazuma Eleven es de estos juegos que recomendaría sin dudar a casi cualquiera. Si no lo has probado, dale una oportunidad, anímate. Personalmente me ayudó en un momento bastante malo y me hizo recuperar la ilusión por los directos.
Ah, y para acabar (aunque sea lore de mis streams y quizás pocos lo entiendan), Talismán opina que: …
