¿Te gustan los juegos para móviles? Yo jamás he sido una persona que tuviera un gran interés en este tipo de videojuegos. Podría ser porque siempre he jugado en consolas y en ordenador, y no tuve un teléfono propio hasta los dieciocho años. Nunca lo necesité y, de hecho, me lo compré un poco por la presión social del Whatsapp, que en aquel entonces acababa de lanzarse y estaba en auge.
El caso es que los únicos juegos para móviles que he llegado a probar han sido el Hay Day, que trata de gestionar una granja, el Pokémon GO, el Animal Crossing Pocket Camp y el Mystic Messenger.
Este último lo descubrí gracias a una amiga, que me lo recomendó varias veces y me lo puso por las nubes. No pude negarme a probarlo; me lo había vendido demasiado bien. Te prometo que fue muy persuasiva. Tardé unas cuantas semanas en decidirme a darle la oportunidad porque me daba pereza jugar en el móvil.
Pero, en realidad, tengo que reconocer que es un juego muy cómodo de jugar.

Mystic Messenger es una novela visual desarrollada por Cheritz, un equipo de Corea del Sur que ha creado tan solo 3 juegos: Dandelion, Nameless y Mystic Messenger. Todos están orientados mayormente a un público femenino, y el quid de ellos es encontrar un romance. Típicos juegos donde eliges una ruta con algún personaje para llegar a ser pareja.
Es un juego con mucho carisma y que utiliza una mecánica que volvería adicto a cualquiera. De esto hablaremos más adelante, porque primero me gustaría explicarte un poco de qué trata.

La premisa es ligarte a alguno de los personajes disponibles. Cada uno tiene su propia historia, y tú como protagonista vives una experiencia u otra en base a la ruta que hayas decidido escoger. Las conversaciones con ellos se dan a través de chats bastante realistas. Parece que estuvieras metido en una app como Whatsapp o Telegram. Es alucinante.
Los personajes te envían mensajes a determinadas horas del día y, si entras a tiempo en el juego, puedes seguir esa conversación. Se les contesta con las opciones que te da el juego, pero tú no escribes frases en sí. No se trata de una IA a la que puedes preguntarle lo que sea; es un juego que ya está programado de principio a fin. Pero, como te da varias opciones que responder, genera cierta sensación de poder de elección. Tiene ese toque de juego de decisiones, aunque algunas de ellas son bastante simples.
Conforme avances en el juego, puedes desbloquear nuevos personajes a los que puedes ligarte si tomas ciertos caminos o eliges determinadas rutas. Funciona como casi cualquier novela visual de romance.

Te voy a hablar brevemente de los personajes que puedes elegir al principio del juego. De los que desbloqueas a lo largo del recorrido no voy a decirte ni pío, porque es un spoiler como una catedral.
Encarnas la piel de MC (la protagonista), que descarga una aplicación misteriosa que la lleva a vivir en un apartamento cerrado y protegido, cuya dueña es una tal Rika de la que no conoces absolutamente nada.
Mediante un chat, unos desconocidos intentan averiguar quién eres, ya que, al parecer, esa tal Rika es la fundadora de una organización caritativa llamada RFA (Rika’s Fundraising Association) de la que son miembros. Gracias a esa aplicación misteriosa, conoces a seis personas, miembros de RFA, que te encargan organizar fiestas para la asociación.

En las imágenes que obtienes en el juego, la protagonista aparece con un físico determinado: una chica de pelo largo y lacio, cuyos ojos están ocultos por el flequillo. Pero puedes personalizarla al comienzo del juego y tienes a tu disposición varios avatares por defecto.
Eres alguien sin una historia concreta. Puedes moldearla cuando los demás te pregunten acerca de tu pasado; el juego te dará distintas opciones entre las que elegir a modo de respuestas. La idea es que sientas que ella eres tú porque, al final, el juego rompe por completo la cuarta pared para hablarte de forma directa a ti.
Jumin Han es el heredero de la compañía de su padre. Un personaje serio, adusto y que ama a los gatos por encima de todo. Se pasa los días viajando por trabajo y tiene una perspectiva del mundo algo cerrada al haberse criado en un entorno privilegiado. Aunque pueda parecer malvado, en realidad no duda en utilizar su autoridad para echar un cable a los miembros de RFA.

Recuerdo que este personaje me llamó mucho la atención en su día, pero nunca hice su ruta.

Zen es un actor de musicales bastante narcisista y que busca validación en los demás. No traga a Jumin y, en el chat grupal, protagonizan varias peleas. Es hijo de una familia conservadora que nunca le apoyó en su decisión de dedicarse a la música. Carga con las críticas de su familia y esto se irá desarrollando en su ruta.
Yoosung es el más pequeño de todos, un estudiante universitario que está enganchado a un juego en línea llamado LOLOL (me pregunto a qué juego de la vida real hará alusión). Es un personaje de apariencia alegre y con unos hábitos bastante cuestionables (como casi todos los estudiantes). Al principio, te ve como un reemplazo de Rika, lo cual te lleva a tener ciertos roces con él. Poco a poco, vas descubriendo su historia y el por qué de esa actitud (aunque nada justificable).


Jaehee Kang es el único personaje femenino que puedes ligarte en el juego. Es una mujer joven, seria, independiente y muy centrada. Tiene un sentido del humor muy único y que no muchos entienden. Ama el orden y odia cuando algo se sale de un patrón o esquema. Es secretaria y se toma el trabajo duro muy en serio.
No es un personaje que me agrade demasiado, la verdad. Recuerdo que incluso llegué a detestarla en la ruta que había elegido porque no me trataba muy bien y me hablaba de una forma algo repelente. No me acuerdo de si esto ocurre a causa de la ruta que escoges, pero cada vez que la veía escribir, ponía los ojos en blanco.
Y, por último, Seven (707). Él fue la ruta que elegí y el causante de mi insana adicción a este juego. Es uno de los personajes más carismáticos y que más pasiones levantan entre sus fans.
Seven tiene una personalidad alegre, extrovertida y ocurrente. Le gusta hacer bromas a los demás y está enamorado de los coches. Es un tipo muy protector. Bajo esa careta de jovialidad, esconde a una persona preocupada y que lucha contra una gran desazón.

Un dato curioso sobre este personaje es que es católico y no tiene problemas en mostrar sus valores.

Sobre Rika no debería hablarte demasiado. Solo te contaré que es una muchacha que siempre parece estar dispuesta a ayudar a los demás. Es la fundadora de RFA.
Por alguna razón que desconoces, eres capaz de acceder a su apartamento al comienzo del juego. Además, Rika es muy enigmática y bastante querida por el resto de personajes.
Algo que me encantó de este juego es que, a pesar de estar centrado en el romance, tiene bastante suspense y la trama es increíble. La historia es muy buena y la evolución de los personajes es bastante redonda. He jugado varias novelas visuales centradas en citas románticas y lo cierto es que, muchas de ellas, tienen tramas que podrían sorprenderte. Mystic Messenger es una de ellas.
Una vez te ves envuelto en el grupo de RFA (al que te obligan en cierto modo a unirte), los distintos personajes charlarán contigo sobre la fiesta que debes organizar y sobre ti. Tienes chats grupales con ellos y, aparte, te abrirán por privado para conocerte. Sin embargo, no te confíes, ya que el hecho de haberte involucrado en esto te podría arrastrar a algo peligroso. Por alguna razón, no parece que estés completamente a salvo en el apartamento de Rika.
Hasta aquí puedo contarte y, créeme, me ha costado resumirte la sinopsis sin estropearte ni un ápice de la trama. Porque claro, como el juego aparenta una cosa y luego resulta que es más de lo que piensas en una primera instancia…

El juego tiene varios modos que eliges antes de comenzar:
- El modo Casual Story, donde puedes escoger las rutas de Yoosung, Zen o Jaehee Kang.
- El modo Deep Story, donde conoces las rutas de Seven o de Jumin.
- El modo Another Story, del que no debería hablarte demasiado porque, en cierta manera, forma parte de la trama.

La mecánica es muy simple: tienes un menú que simula una aplicación donde encuentras la sala de chats con los miembros de la RFA, un email, llamadas y mensajes privados en la zona central. Es el lado izquierdo encuentras la galería de imágenes, invitados, la tienda, noticias y el link de la web de Cheritz.

Arriba aparecen los personajes, tus relojes de arena y tus corazones. Los relojes son la moneda del juego, la cual puedes comprar en la tienda.
Los chats se desarrollan en días reales. Cada día, tienes varios chats a tu disposición a distintas horas, y aquí está lo malo: si se te pasa jugar a la hora a la que toca un chat determinado, lo pierdes para siempre. Algunos de ellos no son importantes, en especial si no pertenecen a una ruta que elijas, pero como te saltes alguno de tu ruta, ahí sí tienes un problema.

En este juego, no se puede volver atrás sin vaciar los bolsillos. Si te pierdes un chat, debes pagar con relojes de arena. Para exprimir todo el jugo a Mystic Messenger, hay que soltar pasta. Puedes ganar relojes poco a poco, pero es imposible volver a desbloquear todos los chats que te pierdas solo con los relojes que ganes.
Además, las llamadas tampoco son gratuitas. Sin ellas, la experiencia pierde intensidad. Durante esas llamadas, el personaje de tu ruta te llamará y escucharás su voz. Esto suma muchísimo al juego porque, como he mencionado, le da todavía más realismo junto a los chats.

Mientras escribo esto, me parece aún más surrealista el punto hasta el que llega un videojuego y cómo está creado para captar la atención a nivel psicológico. Desconozco si el equipo de desarrollo contaba con ayuda de especialistas, pero madre mía.
Sé que los juegos y las webs hechas a base de lootboxes sí que han consultado a expertos para amoldarse a lo que el cerebro necesita para generar la suficiente dopamina. Aunque, en este caso, no tengo mucha idea. Pero os aseguro que Mystic Messenger está muy bien hecho en ese sentido.
Y digo esto en parte como algo negativo.

Sé que, si eres alguien que disfruta de buenas novelas visuales y de romances ficticios, te habré vendido este juego bastante bien. Pero que considere que tiene buena historia y que enganche, no quiere decir que sea un juego que recomiende a cualquiera que le encante el género. Tiene una parte muy mala y es la razón de que este post exista.
A pesar de que lo disfruté en su día, no volvería a tocarlo. Lo jugué en 2018 y, en cuanto terminé la ruta de Seven, lo desinstalé. Me apetecía seguir conociendo la historia de otros personajes, en especial los que desbloqueas al terminar el juego, pero tuve que tomar la decisión de dejarlo.
Hay personas a las que les causa una adicción muy poco sana. Fui una de ellas. Me voy a abrir un poco contigo, aunque me cueste dejar que veas esta parte de mí, pero quizás ayude de alguna forma.
Hace unos años, me sentía un poco perdida por la vida. No había muchas cosas que me satisficieran y buscaba estímulos a través de novelas, videojuegos y series. Esto podría no parecer algo malo, pero quería sentir a través de cosas irreales; buscaba despertar emociones en mí que parecían dormidas. Por eso me enganché a Mystic Messenger, porque podía chatear con personajes que daban la sensación de ser de carne y hueso, y me hacían sentir menos miserable.

Aquellos días estaba bastante sola. Vivía en un lugar donde sentía que no podía crecer como persona y las amistades que surgían a lo largo de los días no cuajaban nunca. No por nada en sí, sino porque, simplemente, no se terminaban de formalizar por unas o por otras.
Un amigo lejano hablaba a menudo conmigo y, el día que terminé el juego, me sinceré con él acerca de cómo me sentía por haberlo acabado. Lloré muchísimo y él se enfadó con la situación. Resulta que otra amiga suya había experimentado el mismo dolor que el mío y con el mismo juego.
Sentí una soledad apabullante. Ya no habría más conversaciones con Seven, ni tampoco con el resto de miembros, y eso me angustiaba muchísimo. Y es que ahí reside el peligro de este juego; los chats son tan realistas que parece que haya gente que se preocupa por ti, que busca protegerte y mirar por tu propio bien, cosa que es difícil de encontrar en el mundo real. Son personajes perfectos, hechos para adaptarse a todo el mundo.
Estaba en un momento muy vulnerable y, cuando vi que un juego de móvil me había hecho llorar de profunda tristeza, lo desinstalé. Me di cuenta de la adicción y tomé acciones. Pero, por desgracia, esto no suele ser así para muchos y el juego puede absorberlos por completo.
Mi problema con él llegaba hasta el punto de ponerme alarmas a lo largo de la noche para no perderme ninguno de los chats, que podían saltar en la madrugada. Ningún juego debe dictar tus horarios, ni tampoco tu vida, y Mystic Messenger me empujaba a construir mi rutina en función de lo que el juego me exigía. Era horrible.

Si eres una persona que se siente plena y mentalmente estable, te animo a que pruebes el juego si te llama la atención. Pero, si estás pasando por rachas de ansiedad o estás atravesando problemas, no lo hagas, por mucho que te atraigan sus diseños o su trama. Es mucho más fácil dejarnos llevar por los estímulos que nos produce un juego de esta índole en momentos de vulnerabilidad, ya que busca removernos por dentro y hacernos sentir.
Hay ocasiones en las que pensamos que esa cosa que nos da placer nos está ayudando, cuando podría ser lo contrario y no darnos cuenta. Yo misma creía que Mystic Messenger era un pequeño escape, algo inofensivo, pero estaba equivocada. Luego tuve que pasar una especie de mini duelo al acabarlo. Eso no debería ser así. Terminar cosas, llegar al final de algo, nos produce cierta tristeza, pero jamás debe ser dañina para nosotros.

Hasta aquí llega mi reflexión acerca de Mystic Messenger. Un juego con el que, no voy a negarlo, lo pasé bien, pero que me arrastró hacia cosas que no vi venir.
Tened cuidado si decidís darle una oportunidad, y disfrutad de él de forma sana y sin que os condicione ni un ápice de vuestra vida.
