Es innegable que la industria de los videojuegos está atravesando momentos bastante complicados: despidos masivos, subidas de precios, dudosa calidad, la cultura del crunch y muchos otros etcéteras.
Estas prácticas nada loables son algo que, por lo general, vienen de parte de grandes compañías. Parece que, a más envergadura, más abuso al consumidor, cuando debería ser lo contrario: a más recursos y economía, más oportunidades y accesibilidad.
Pero todos sabemos cómo funcionan estas entidades. Nadie se alarma cuando anuncian que miles de trabajadores se han ido al paro o cuando consolas que se lanzaron hace años suben de precio en lugar de bajar. Nadie se alarma, aunque sí se critica duramente, como considero que debe hacerse. Pero no quita el hecho de que no existe la sorpresa porque así actúan las grandes compañías a día de hoy.

Y mientras toda esa vorágine de abusos sigue girando, hay pequeñas desarrolladoras que, a mi parecer, sujetan los pilares de la industria actual. Sin ellas, los videojuegos no serían tan accesibles, sino que serían un lujo, que no un capricho. Escribo la palabra lujo, que es bastante fuerte, y me siento segura de ello.
Los videojuegos son caprichos. Todo lo que no sea básico para la supervivencia de un ser humano es un «capricho» en sí, en eso estamos todos de acuerdo. Pero ¿qué ocurriría si solo existieran juegos de parte de grandes entidades? Estas tienen un precio establecido actualmente de entre 70 y 90 euros P.V.P. La gran mayoría de nosotros podríamos permitirnos solo unos pocos títulos.
Pero gracias a las pequeñas desarrolladoras, tenemos a nuestro alcance juegos a un precio mucho más asequible. Y, si me permitís añadir lo siguiente, muchos de ellos son mejores que aquellos considerados top en la industria. Sí, Pokémon, te estoy mirando a ti.

Silksong es la secuela de Hollow Knight, videojuego desarrollado por Team Cherry que se lanzó al mercado en febrero de 2017. Lo curioso es que no es una secuela que vaya a llegarnos como cualquier otra, sino que muchos dábamos a este juego por muerto.
Esta secuela se anunció por primera vez en 2019 y, desde entonces, no habíamos tenido apenas noticias sobre ella. Se había convertido en un fantasma dentro del mundo de los videojuegos, tanto que se crearon hasta memes que probablemente hayas visto, aunque no conocieras el juego.

Y no contentos con todo este silencio, el anuncio de que la secuela llegaría en 2025 nos lo dejaron caer de forma oficial en un Nintendo Direct con una muestra de unos cinco segundos de duración. Fue tan surrealista que las reacciones a ese directo resultaron bastante divertidas.
Podemos decir que Silksong ha sido durante años uno de los juegos más esperados, ya no del panorama indie, sino de toda la industria.

Hollow Knight, la precuela, se lanzó en principio en digital a unos 15 euros. Es uno de los metroidvanias más queridos y ha logrado una base de seguidores bastante amplia.
Creo que hablo en nombre de casi todos al afirmar que pensábamos que Silksong se lanzaría a un precio bastante más elevado que su precuela, dado el misterio y el hype tan brutal alrededor de este.
Sin embargo, y para sorpresa de todos, se ha anunciado de forma oficial que su precio en digital será de 20 euros. Cuando me enteré de la noticia, tuve que releerla varias veces porque no me lo creía.
Gracias a ello, algunos de nosotros comentamos la noticia con mucha alegría, pero otros tantos nos contestaron un poco alarmados. Según ellos, 20 euros es lo que se espera que cueste un videojuego indie. En mi opinión, no podrían estar más equivocados.

Los precios los pone cada creador, desarrolladora o empresa; están bajo su criterio, sean indies o no. Y debemos reconocer que si Silksong hubiera costado entre 30 y 40 euros, a nadie le habría extrañado dada la naturaleza de su desarrollo. Y lo que es más, habría vendido prácticamente igual. En esos umbrales, todavía te mueves en precios asequibles para el consumidor, no como los 80 o 90 euros que cuestan algunos juegos.
En el tweet que puse sobre la noticia del precio, hubo alguien que comparó los 40 euros que podría haber costado Silksong con GTA VI a 130 euros para ejemplificar que es algo desmesurado, tanto para Silksong como para GTA. Entendí el punto al que quería llegar, pero, como he dicho, los umbrales de precios ni siquiera son equiparables.
Nos podemos permitir un juego de 40 euros, sea o no indie, pero ¿130 euros, aunque este sea el mejor creado en la historia de los videojuegos? Me da que no.

Silksong podrías pagarlo sin tanto dolor. No hay comparación.
También me da un poco de rabia que se infravalore el proceso de creación de un videojuego indie, como si fuera más sencillo y, por ende, no pudiera rebasar los 20 euros. Puede llegar a ser igual o más difícil que el de muchos triple A. No estoy comparando con GTA, que no se me malinterprete, sino con otros tantos.

Si Silksong hubiera costado 40 euros, personalmente creo que están justificados. Si no lo crees así, por favor, juega Hollow Knight. Te darás cuenta del cariño y el detalle que Team Cherry pone en sus juegos.
Podrían haberse dejado llevar, y seguramente lo habrán valorado, pero al final costará 20 euros. Este precio, en un contexto donde la industria no para de aprovecharse del consumidor, es algo digno de mencionar y de aplaudir.
Si lo piensas es una estrategia bastante inteligente. Es tan accesible que muchas personas lo comprarán digital de salida y también cuando salga su versión física, porque les merece la pena.
Si difieres de mi opinión, lo respeto. Pero no podemos quitarle mérito a esta noticia. Los jugadores estamos hartos de sentirnos ninguneados por culpa de políticas reprochables de parte de grandes empresas.
Esperemos que casos como el de Silksong o el de Expedition 33 sirvan de ejemplo para el resto de compañías, que no parecen sentir ni un ápice de amor por los videojuegos.
